Pon un mantel antimanchas en tu vida y en tu mesa 2

Como cada martes me gusta sentarme a escribiros alguna pequeña anécdota o una historia personal y me conozcáis un poquito mejor. En esta ocasión es importante para mí contaros algo que me pasó y que enlaza con lo que vengo a hablaros. La voy a llamar la historia de la sorpresa que me pilló desprevenida (si, suena obvio… pero fue así) por no tener un mantel antimanchas.

No sé si os habrá pasado alguna vez. Que llega una llamada. Alguien que hace mucho tiempo que no ves contacta contigo para preguntarte cómo estás. Habláis. Empiezas a estar inmersa en una conversación tan interesante que pasan desapercibidos los años desde la última vez que os visteis.

Y entonces llaman a la puerta. Es esa persona, ¡¡ha venido de sorpresa!! Te echas las manos en la cabeza porque solo habías hecho la cena para dos, y encima tenías pensado cenar verde. Una simple ensalada que no te complique la hora feliz antes de irte a dormir. Así que te dispones a sacar tu mantel bonito de las ocasiones especiales y ves una mancha. Esa mancha que nunca se ha ido bien pero que si te avisan con tiempo eres capaz de disimular.

Aquí es donde te acuerdas de lo que te contó una amiga con ojos saltones mientras contaba su nuevo descubrimiento, ¡un mantel antimanchas! Ya decía yo que un día esta amiga tendría razón… Necesitaba decorar la casa en un minuto y no había forma. Así que hice lo que pude, y cenamos. Así pues, la velada fue surgiendo como van sucediendo los acontecimientos inesperados. Con nervios de que las cosas salgan bien pero disfrutando cada segundo.

Fue a raíz de esto que fui buscando proveedores que trabajasen distintos tejidos resinados para incorporarlos a nuestra colección de telas. No queríamos simples estampados, tonos lisos o poca variedad; estuvimos preparando una gran variedad de estampados en dos tipos de tejidos, algodón y lino, para que pudiésemos abarcar el gusto de cada uno de nuestros clientes.

Son muchas las personas que en la tienda nos preguntan por estos manteles, que tienen dudas respecto a su uso y durabilidad, ventajas que ofrecen… Y por ello pensé que podía hablaros hoy de los manteles antimanchas y traeros algunas ideas.

Las ventajas del mantel antimanchas resinado:

• No es necesario lavarlos: si, parece una broma, pero no os asustéis; aquí os enseñamos un vídeo de cómo limpiarlos en 1 minuto, sin lavadora.
• Si se ha arrugado, ¡puedes plancharlo! Siempre por el revés, donde no hay resina para que no se estropee.
• Y si quieres meterlo en la lavadora, también puedes. Podrías lavarlo 1 vez al año en la lavadora sin suavizante, para no deteriorar la resina.
• No hace falta rematarlos con un bies. Los cortamos directamente con cúter y no se deshilachan.
• Tanto en lino como en algodón, ofrecen un aspecto de tejido al natural sin ningún tratamiento, muy agradable al tacto y sin pegarse a la piel a diferencia de los hules (que no son tejidos, sino plásticos)
• A pesar de la resina, gracias a su maleabilidad nos permiten no sólo usarlos como manteles sino hacer gran variedad de proyectos con ellos. Por ejemplo, bolsas o neceseres impermeables; fundas de cojines o asientos para el exterior de una casa que no se deterioran con tanta facilidad por la resina y se limpian fácilmente; cambiadores de bebé; fundas de recetario de cocina; delantales; bolsas o cestas para el pan…

Mirad la mesa que preparó nuestra compañera Ana para su cumpleaños:

En Telas de Luna hemos apostado por dos tipos: manteles antimanchas resinados de lino y manteles antimanchas resinados de algodón.

Gracias a que estos manteles llevan este tipo de telas en sus materiales, los estampados y la elegancia destacan frente a lo que ya conocíamos. Nos permiten combinar nuestras mesas y caminos de mesa para que tengamos ambientada la cena o comida siempre a nuestro gusto.

Manteles para hostelería (bares, restaurantes, asadores, tabernas…)

A parte de los manteles que nos sirven para adornar nuestras reuniones entre amigos o una cena con tus hijos en casa, quiero centrarme en otro colectivo.

Cada vez son más los restaurantes o bares que nos compran manteles antimanchas, para decorar sus salones, sus mesas con un estilo a la vez que con la practicidad que estos aportan; siendo su principal ventaja «antimanchas» la que a los hosteleros, cocineros, pinches y camareros les ahorra mucho tiempo y dinero.

No puedo evitar dedicar unas palabras a los profesionales del sector servicios por excelencia, los cuales, nos reciben con su mejor sonrisa en cada desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Que mejor manera de agradecer todos sus esfuerzos y su paciencia que facilitándoles su trabajo con estos manteles. En nuestra sección dedicada a la venta al mayor para profesionales podéis informaros.

Es muy bonito sentir que el comedor de un restaurante esté decorado con nuestros manteles antimanchas como el salón del asador Mirallés (San Sebastián):

Estoy convencida de ello, como ya he escrito antes «un plato sabe mejor si la mesa en la que está servido está decorada con mucho gusto». ¡Y seguro que vosotros tenéis uno exquisito!

Ideas de cómo decorar eventos con un mantel antimanchas

Además, la idea de decorar no solo está en poner la mesa bonita o un precioso camino de mesa para resaltar tu elegancia. Sino que se pueden hacer muchas otras cosas muy originales con ellos.¿Alguna vez se os ha ocurrido hacer un «photocall» con estos manteles antimanchas? ¡Qué mejor tela para una fiesta de cumpleaños por ejemplo, que una que no pueda mancharse!

Aquí os dejo alguna idea que se me ocurrieron para alguna de mis fiestas:

Este mantel antimanchas de peces es precioso para estampar una fiesta de cumpleaños o una fiesta sorpresa.

O este bodegón lo preparamos como idea para tu boda, dónde tus invitados puedan dejaros unas palabras en el libro de firmas.

Siempre estamos dispuestas a daros ideas para que decoréis de una forma más personalizada y divertida cualquier evento en casa o fuera de ella 😉

¡Porque recordad, hay que disfrutad cada instante y exprimirlo hasta el final!

Espero que tengáis una preciosa semana, llena de momentos especiales.

Lucrecia Navarro

Telas de Luna